-Caspar David Friedrich-

-Caspar David Friedrich-

·El Pintor sobre el Mar de Lienzos·


Retrato por Gerhard von Kügelgen

Para nada soy un entendido en el mundo de la pintura, mi afición no pasa del nivel de "espectador rumiante". Una vez aclarado ese punto me dispongo a hablar de este hombre y su obra que tanto me gusta e inspira. 

Caspar David Friedrich (1774-1840) fue un pintor paisajista del período romántico alemán. Llegué por puro azar hasta él. Era el siete de diciembre de dos mil trece cuando una buena amiga me retaba a encontrar una obra Michelangelo Merisi da Caravaggio (1573-1610) que me gustase y compartirla en mi muro de facebook. Elegí La incredulidad de santo Tomás y de esa forma yo podía retar a otras personas. Fue entonces cómo por ese azar delicioso llegué hasta la obra de Friedrich.  

La mecánica era sencilla: si le daban a "me gusta" tenía que asignarles un pintor. Fue fácil al principio, pero se me acabaron los nombres culturalmente más populares muy rápido. Por lo que por inspiración y ocurrencia escribí paisajismo romántico en el buscador, pinché en imágenes y me di de bruces culturales con la obra de Friedrich y en especial con:

El caminante sobre el mar de nubes (1817-1818)

No sé por qué (y eso me gusta) esta pintura me encantó muchísimo. Hasta llegar al punto de tener colgando en mi pared una reproducción sobre tabla de la misma. Hay muchos análisis de la obra donde le atribuyen valores políticos y religiosos ya que Friedrich fue una persona muy atada a sus ideas y fe pero particularmente me quedo con lo que me inspira: la superación personal. La vida del pintor no parece que fuese muy sencilla y cómoda. Cuando una persona tiene claro lo que quiere sufre más las contrariedades pero también sabe hacerse fuerte antes esas adversidades. El mismo año que pintó El caminante sobre el mar de nubes se casó con su mujer Christiane Caroline Bommer (1793-1847) hecho que a mi parecer es vinculante. 

Caroline Bommer por Traugott Pochmann
Caroline Bommer tuvo un papel silenciosamente crucial en la vida del pintor. No sólo le aportó inspiración y animaba a pintar como en el cuadro Mujer asomada a la ventana sino que en los últimos años del paisajista alemán la depresión era demasiado palpable en su persona. A veces da la sensación que olvidamos a las personas que rodean a los artistas, esas personas que son los pilares emocionales de sus obras. 

Retomando a El Caminante lo que vi y veo es un hombre solitario que ha llegado a la cumbre con ayuda (el bastón) y que observa relajado pero glorioso el paisaje. Está por encima de lo mundano, no está hundido en ninguna parte. Firme y sólido, apoyando su pierna izquierda por delante, dándole presencia ante la naturaleza. 

Tengo la certeza de que si pudiésemos verlo de frente, El Caminante estaría sonriendo. Todos aspiramos a caminar sobre el mar de nubes.

Este cuadro es el principal motivo por el que visitar el Kunsthalle en Hamburgo. 

Evidentemente la obra de Caspar David Friedrich es mucho más extensa y sus cuadros hablan de él mucho mejor que yo. Dejo este enlace para que podáis ver su obra más cómodamente que en imágenes reducidas en esta entrada.

El Mar de Hielo (1823-1824)
Los cuadros de Friedrich me inspiran una sensación muy parecida a esa que experimento cuando entro en una gran construcción de techos altísimos. Una inmensidad cerrada que olvidamos cotidianamente por los espacios reducidos en los que habitamos y nos movemos comúnmente. Y me sorprendió gratamente ser capaz de experimentar algo así porque cómo operador de cámara o fotógrafo le tengo un respeto increíble a los encuadres muy abiertos. Me parecen cuadros muy complicados de "pintar" (entienda cómo complicado aquello que exige la emoción del esfuerzo) hay tanto espacio en ellos que las intenciones se pueden escapar por todas partes. 

Él perdió a muchas personas queridas y cercanas. Y cuando las personas desaparecen de la fotografía ¿quién queda?...el paisaje. 

Conclusión

El Caminante sobre el Mar de Nubes es una gran motivación por ser una prueba más de que no necesitas ser un personaje de ficción para lograr sentirte superior a ti mismo. La obra de Friedrich es el carrete fotográfico de su vida: paisajes enormes con personas o sin ellas, un viaje por diferentes estados y momentos. 


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